¿Qué un respirador o ventilador mecánico?
Un respirador o ventilador es una máquina con una turbina interna que genera un flujo de aire a presión introducido en la vía aérea mediante un tubo y una mascarilla.
El mecanismo consiste en introducir (inspiración) y sacar aire de los pulmones (espiración) a unos intervalos (frecuencia respiratoria) y en unas cantidades previamente determinadas. El objetivo es poder llevar el oxígeno a las células, sustituyendo o asistiendo parcialmente la respiración normal del paciente.
¿Quién necesita un ventilador?
Un ventilador mecánico es una máquina que ayuda a respirar cuando una persona con insuficiencia respiratoria no puede respirar por sus propios medios. Las circunstancias y razones por las que un paciente debe ser ventilado con uno de estos dispositivos son múltiples.
Por ejemplo, si se encuentra en estado comatoso o bajo sedación, presenta afectación pulmonar como es el caso de los pacientes de COVID-19 ingresados en la unidad de cuidados intensivos (UCI) de un hospital o por cualquier otra razón que le impida respirar con normalidad y de forma autónoma.
Además, hay muchos pacientes que necesitan un ventilador, durante un tiempo prolongado, ya sea en una unidad común de un hospital, centro de rehabilitación o en su propio domicilio.
¿Para qué se utiliza un ventilador?
- Para introducir aire en los pulmones y facilitar el oxígeno necesario a las células de nuestro organismo.
- Para ayudar a los pulmones a eliminar del dióxido de carbono.
- Para ayudar a realizar la respiración. En algunos casos, el paciente se queda sin aliento y le resulta muy difícil respirar.
- Para que un paciente que tenga dificultades para respirar, debido a una lesión o daño cerebral o en la médula espinal, pueda hacerlo.
¿Cuántos tipos de ventiladores hay?
Los ventiladores mecánicos pueden ser de dos tipos: invasivos y no invasivos. Los primeros se utilizan en pacientes que precisan de intubación o portan traqueotomía y se encuentran, normalmente, en situación más grave. Los ventiladores no invasivos se usan con pacientes a través de una mascarilla que se aplica en la nariz, en la boca o en ambas y que presentan una situación clínica más leve.
A su vez, ambos tipos pueden ventilar suministrando una presión de aire determinada (presiométricos o barométricos) o un volumen prefijado (volumétricos).
¿Cómo funcionan?
El ventilador se conecta al paciente a través de un tubo, denominado tubo endotraqueal, que el médico coloca dentro de la tráquea a través de la boca, este procedimiento es denominado “intubación”.
En algunos pacientes, se realiza un orificio en la tráquea, a la altura del cuello, mediante un procedimiento quirúrgico donde se instala una cánula (cánula de traqueostomía) a la que se conecta el respirador.
A través del tubo, el ventilador suministra gas (aire sólo o aire más oxígeno, según sea necesario) hacia los pulmones del paciente, sustituyendo totalmente la respiración del paciente o sólo asistiéndola. En otros casos, el respirador se conecta a la mascarilla que el paciente se aplicará a la nariz, a la boca o a ambas.
A diferencia de otras terapias respiratorias, el ventilador puede entregar niveles de oxígeno muy elevados y también puede ofrecer una presión al final de la espiración (PEP) que ayuda a mantener los pulmones abiertos para que no se colapsen los alvéolos pulmonares.
¿Dónde se utilizan?
Cuando se trata de un paciente agudo, los ventiladores se usan en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) de los hospitales y en los quirófanos. También en ambulancias, helicópteros medicalizados y servicios de urgencias.
Cuando se trata de pacientes crónicos, pueden ser utilizados en el domicilio. Es el caso de pacientes estables con dificultades para respirar normalmente.
¿Cómo se monitoriza a un paciente con ventilador?
Cualquier persona que se encuentre en la UCI con un ventilador estará conectada a un monitor que mide como mínimo:
- Frecuencia cardíaca.
- Frecuencia respiratoria.
- Presión arterial.
- Saturación de oxígeno.
- Además, se pueden realizar otros estudios, como: radiografías de tórax y análisis de sangre para medir el oxígeno y el dióxido de carbono “en sangre”.
Esta información será básica para hacer seguimiento del estado del paciente y realizar los ajustes necesarios.